4 consejos para jóvenes escritores ecuatorianos

Es difícil dar una recomendación porque, como sucede en todas las actividades en que pesa mucho el talento y la disposición anímica, los caminos de los escritores no son semejantes. Las distintas singularidades de cada uno así lo prueban. En algunos casos, la experiencia de muchos años se concreta en la forma de un libro; en otros, hay un despertar temprano a la escritura.

Pero en ese marco general, en el que no existe consejo alguno que sea válido para quienes intentan escribir, hay una cuestión que es importante recalcar entre los jóvenes: un escritor no nace solamente de la experiencia vital, sino también de la práctica de la escritura y, por tanto, de la lectura.

A partir de ahí, puedo sugerir lo siguiente:

Lee mucho

La lectura te abre al campo de la imitación. Si la pones en práctica adecuadamente, puedes incluso aprender ciertos componentes retóricos que son fundamentales para la escritura. Por ejemplo, en el caso de los poetas, ellos aprenden así a establecer las diferencias entre metáfora y metonimia y el predominio de la una sobre la otra en el poema.

No repitas los gestos vanguardistas

Cuídate de repetir los mismos gestos de hace un siglo. Los fundadores de la vanguardia tuvieron la intención de trasgredir el estado normal de las sociedades en las que vivieron, pero ahora ya no queda mucho contra lo cual rebelarse. Las trasgresiones son mínimas, pues ya están reabsorbidas por las prácticas aceptadas comúnmente. Por tanto, esos gestos son infantiles, completamente innecesarios.

Hazte una idea de la situación del escritor en el Ecuador

A diferencia de otros países de habla hispana, en el Ecuador el joven escritor debe ser consciente de su marginación. Debe entender que las posibilidades de publicación en el país están lejos de las expectativas que pueda tener. Por tanto, el escritor de poesía, por ejemplo, debe asumir que la gloria y la fama son cuestiones bastante ajenas a sus posibilidades y que la escritura es el único motivo por el que debe luchar.

Sin embargo, cabe destacar que, aunque el mercado editorial en el Ecuador es pequeño, eso no significa que las producciones nacionales sean malas. Por el contrario, son de gran calidad estilística, justamente por las dificultades que representa para los escritores publicar.

Aprovecha las redes sociales

Los escritores jóvenes poseen un recurso que les facilita difundir sus textos y ponerse en contacto con otros escritores: las redes sociales. Yo no tuve esos beneficios, pues en mi tiempo los escritores trasladaban sus libros en valijas alrededor del continente para darse a conocer. Yo, por ejemplo, todavía conservo esa costumbre. Pero con las redes sociales ya no se hace necesaria semejante operación, pues las posibilidades de comunicación se han ampliado.

Sin embargo, sigue siendo difícil para un autor ecuatoriano ser publicado por editoriales extranjeras. Por eso el escritor debe tener una especial disposición para entender que la escritura es una responsabilidad y una forma particular de realización personal.

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